Imatge: La nostra amiga caníbal. Copyright: Jerry Lodriguss, 1994)I feia temps que no em passava per aquí. I mira tu per on, acab de trobar una notícia que trob que s'escau molt amb el que vaig deixar a les meves darreres entrades: Andròmeda, t'estim.
Em fa molta gràcia quan els articles periodístics o divulgatius, en l'afany de crear sensació, personifiquen objectes. En aquest cas, un "objecte" tan "petit" com ara una galàxia. Resulta que Andròmeda, la molt reputa, és caníbal. Ai, ai, Andròmeda, hauríem de parlar respecte d'aquest comportament teu que podríem calificar d'immoral... En fi, pobre M31, només faltava que uns primats que acaben d'inventarse el llenguatge i l'autoconsciència et faltin al respecte d'aquesta manera.
Us deix aquí la notícia i us don una salutació!!
(Atenció a la frase "Y lo PEOR es que se está acercando a más de 400.000 km por hora". Com gosa, aquesta desgraciada?)
I ara seriosament: us imaginau poder presenciar cada dia al cel nocturn la visió perfecta d'una galàxia en espiral. Una sortida i posta de galàxia... Uau, és una cosa que no me desagradaria presenciar.
La galaxia Andrómeda, vecina de la Tierra, es caníbal
miércoles, 2 de septiembre, 21.06
El mayor vecino galáctico de la Tierra es un caníbal cósmico. Y lo peor es que se está acercando a más de 400.000 kilómetros por hora.
Los astrónomos sospechaban desde hacía tiempo que Andrómeda era un depredador espacial que se engullía las galaxias enanas que se acercaban demasiado. Ahora, los detectives cósmicos están inspeccionando el vecindario y tienen pruebas del pasado sórdido de Andrómeda: han divisado restos de su banquete espacial.
Los primeros resultados de una inspección minuciosa de Andrómeda y sus alrededores hallaron una media docena de vestigios de su apetito galáctico. Las estrellas y galaxias enanas que se acercaron demasiado fueron arrebatadas de sus lugares habituales.
"Lo que estamos viendo ahora son signos de canibalismo", dijo el autor central del estudio, Alan McConnachie, del Instituto Herzberg de Astrofísica en Victoria, Canadá. "Estamos hallando cosas que han sido destruidas... restos parcialmente digeridos".
El informe se publica en la edición del jueves de la revista Nature.
Andrómeda y la Vía Láctea, la galaxia que incluye a la Tierra, son los dos grandes objetos de este rincón del universo. Andrómeda es la galaxia grande más cercana, a unos dos millones y medio de años luz de distancia. Un año luz equivale a unos 9,5 billones (correcto) de kilómetros (5,9 billones de millas). La inspección abarca hasta medio millón de años luz alrededor de Andrómeda.
Los astrónomos saben desde hace décadas que las galaxias se consumen entre sí, a veces violentamente y otras veces creando nuevas megagalaxias. Pero este estudio es diferente debido "a la magnitud del canibalismo, del que hemos hallado evidencias directamente a la vista", dijo el coautor Mike Irwin, astrofísico en la Universidad de Cambridge en Gran Bretaña.
Este tipo de choque galáctico es común y el informe tiene sentido, comentó el astrónomo Mark Reid, de Harvard, que no participó en el estudio. Y el hecho de que Andrómeda consuma una galaxia no hace desaparecer a la víctima, observó.
El comportamiento canibalesco a menudo sólo desplaza a las estrellas de donde estaban. La mayoría de una galaxia es espacio vacío, y por eso hay poco o ningún choque de estrellas y planetas, explicó Irwin.
La futura víctima principal de Andrómeda es una galaxia enana que la circunda llamada Triangulum.
Con el tiempo, en unos 3.000 millones de años, Triangulum, que alguna vez se acercó imprudentemente a Andrómeda y fue despojada de algunas estrellas, será engullida por Andrómeda, dijo el coautor del estudio John Dubinski, de la Universidad de Toronto.
La Vía Láctea y Andrómeda se dirigen una hacia la otra a una velocidad de unos 120 kilómetros (75 millas) por segundo. Pero están tan lejos que el gran impacto está a miles de millones de años de distancia. Y aun ese encuentro no significará más que la recomposición del elenco estelar en el cielo o la creación de una galaxia gigantesca, concluyó McConnachie.